Agricultura urbana: cómo empezar un huerto en casa

huerto urbano regadera

La agricultura urbana es una práctica cada vez más extendida en todo el mundo. La creciente población en las ciudades y la falta de recursos naturales está propiciando esta tendencia, además de los movimientos que instan a la gente a los trabajos manuales para alejarse del bullicio y el estrés de la vida diaria.

Actualmente hay numerosos municipios que alquilan parcelas públicas para esta práctica e incluso colegios que fomentan la participación de los más pequeños en la horticultura con huertos en el patio. ¿Por qué no iniciar uno en casa? No hay excusa que valga, puesto que un huerto urbano no tiene por que ser una extensión de tierra. ¿Por qué no poner unas macetas, una mesa de cultivo a medida o un jardín vertical en el balcón? Sólo es necesario un lugar para plantar, tierra, semillas, unas pocas herramientas y muchas ganas.

La mayoría de estos huertos urbanos se destinan a la producción de frutas y vegetales, aunque hay también quien prepara su propio compost con el reciclaje de basura orgánica y quien cría animales menores. Y es que las posibilidades de la agricultura urbana, como sus beneficios, son infinitos. Es indiscutible que, aunque la producción de estos huertos suele ser modesta, ayuda a mejorar y complementar la alimentación, a la vez que permite un pequeño ahorro en el gasto familiar. Además dispone un espacio para compartir con los niños, familiares y amigos.

Estos son los pasos para empezar un huerto en casa:

1- Buscar un lugar adecuado. Tiene que ser un espacio al aire libre con bastante sol, por eso las mejores orientaciones para no tener ningún  problema y plantar de todo son: sur, este, suroeste o sureste. En el caso que nuestra terraza no tenga una óptima orientación no pasa nada, tan sólo tendremos que elegir bien qué plantamos porque muchas de las especies del huerto no necesitan tanto sol.

2- Elegir los soportes. El soporte que elegiremos para nuestros cultivos irá en función del espacio del que dispongamos y de los vegetales que queramos cosechar. Lo recomendado son entre 7 y 15cm de profundida. Con una pequeña mesa de cultivo de menos de un metro cuadrado de área se pueden obtener muy buenos resultados de lechugas, acelgas, habas, pimientos o tomates, que aceptan contenedores medios. Si no tenemos mucho espacio y optamos, por ejemplo, por un jardín vertical con macetas pequeñas, podemos apostar por rabanitos, espinacas o zanahorias. Recuerda que especies como el calabacín, la calabaza, el melón y la sandía  o  las alcachofas requieren mucho espacio para crecer y dar fruto.

3- Elegir un suelo o sustrato. Recuerda que la tierra en la que cultivemos nuestros vegetales debe ser ligero y poroso, además de rico en nutrientes. Si quieres puede también producir tu propio compost reciclando basura orgánica.

4- Hacerse con las herramientas necesarias. Tienes que hacerte con algunas herramientas que faciliten tu labor. Para los principiantes es suficiente hacerse con una pala, un rastrillo y una regadera. Si tienes experiencia en agricultura puedes hacerte también con un semillero, un rastrillo para escardar o tijeras podadoras. Los más experimentados pueden hacerse también con invernaderos. Los hay de diferentes tamaños para adaptarlos al espacio de la mesa de cultivo o el semillero.

5- Elegir un sistema de riego. Una regadera es muy útil y fácil de usar. Será suficiente si eres principiante. Si prefieres un sistema más sofisticado puedes instalar un sistema de riego por goteo o una jardinera de autoriego.

6- ¿Qué puedo plantar? Es recomendable hacerse con cultivos de ciclo corto, no vulnerables a plagas y de fácil manejo. Sin embargo, como todo, los cultivos deberán adaptarse a nuestras necesidades y recursos disponibles. Ahí van algunas opciones:

  • Tomates cherry: Es una de las mejores opciones para los huertos urbanos. Esta variedad de tomate no requiere muchos cuidados y puede crecer en macetas. Además, es un cultivo rápido.
  • Acelgas: Las acelgas tampoco requieren muchos cuidados y es muy resistente ante el ataque de plagas. Sin embargo requiere de espacio y es posible que sus raíces ocupen todo el macetero.
  • Cebollas: Las cebollas son otra buena opción, ya que necesitan poco espacio para crecer y repelen los insectos. Sin embargo, necesitan bastante sol y debemos prestarles cuidados: hay que eliminar su espiga floral en cuanto asome.
  • Lechugas: Es una de las variedades de cultivo rápido que además requiere poco sustrato. Hay que tener en cuenta que las lechugas son de riego exigente y que soporta mal las altas temperaturas.
  • Hierbabuena: Esta planta aromática es perenne y requiere pocos cuidados. Es adecuada para plantar si se dispone de un lugar en semisombra. Sin embargo cuidado con las heladas, ya que no las soporta.
  • Menta: La menta se cosecha tres veces al año y es apta para todo tipo de suelos, aunque no para luz directa, ya que prefiere la luz moderada. Es importante tener en cuenta que puede resultar invasiva y ocupar todo el macetero.
  • Albahaca: La albahaca puede resulta muy útil ya que se aplica como condimento en muchísimas preparaciones. Aunque es de rápida germinación, exige mucho riego y luz.

7- Optar por semillas o plantones. Si estás empezando en esto de la agricultura es mejor que optes por plantones. Puedes hacerte con ellos en viveros y agilizan y simplifican el proceso. Si tienes más experiencia puedes hacerte con unas buenas semillas ecológicas y hacer que la planta crezca desde cero. Con el tiempo recolectarás tus propias semillas que podrás compartir o intercambiar.

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